A medida que leo e investigo sobre alimentación, concluyo que el aparato digestivo es el mayor responsable de nuestra buena o mala salud.
Si desconocías esta información, quiero contarte que el intestino es:
¡Y por si fuera poco se encarga de la digestión!
Recuerda que la salud es mucho más que solo ausencia de síntomas.
Nos hemos habituado a ‘resolver’ nuestros problemas de salud tomando medicamentos que apagan el síntoma, pero que no solucionan el problema de fondo.
Tanto nos hemos acostumbrado a ellas, que las hemos catalogado como comunes o normales, y hemos aprendido a vivir con dolencias, como:
Son mecanismos que nuestro organismo utiliza para gritarnos que algo malo está pasando en nuestro cuerpo, que se está enfermando.
Por eso quiero compartir contigo 10 estrategias que me encontré en el libro El Milagro Probiótico de la doctora Michelle Schoffro Cook, especialista en medicina naturista y salud ortomolecular, quien tiene dos décadas de experiencia en los campos de salud natural y nutrición holística.
Estrategias que he implementado en mi vida, y que he sentido que funcionan, en especial, en esos momentos que por diversas razones mi sistema digestivo sufre alteraciones; como por tomar medicamentos, comer de más en festividades como la navidad o en vacaciones, donde no controlas mucho eso que comes, ni de dónde viene preparado, porque ocupas tu tiempo en hacer otras cosas.
El líquido diluye las enzimas digestivas naturales de tu cuerpo, evitando que trabajen de forma correcta para disolver los alimentos pesados que consumimos.
Si eres de los que le hace falta beber con las comidas, elige bebidas fermentadas como;
– Kombucha,
– El kéfir o
-Yogur natural rico en probióticos.
Procura que tus comidas contengan los tres macronutrientes esenciales que el cuerpo necesita para funcionar correctamente:
Proteínas,
Grasas de buena calidad y
Carbohidratos.
Mastica bien tu comida, saborea los alimentos. El trabajo que hacen los dientes es indispensable para que las enzimas digestivas hagan su trabajo.
Evita comer de noche, en lo posible haz tu última comida cuando aún es de día. Recuerda que tu cuerpo necesita el tiempo adecuado para hacer la digestión. Y acostarse después de comer es la forma más fácil de producir acidez, indigestión, y una mala absorción de nutrientes.
Intenta comer cuando estés tranquilo.
Las hormonas del estrés mandan la energía necesaria para la digestión hacía otras partes de tu cuerpo y eso puede resultar en indigestión.
Chucrut, kombucha, kéfir, yogurt.
Las bacterias presentes ayudan a la digestión y regeneran las bacterias corporales naturales en el intestino.
Ghee, aceite de oliva, aceite de coco. Aguacate, chía, semillas de linaza, almendras, nueces de Brasil, castaña de la india, entre otras.
Para evitar la indigestión. Una cucharada de vinagre de manzana sin filtrar, diluido en media taza de agua 10 minutos antes de tus comidas, estimula la producción de ácido clorhídrico que ayuda en la digestión, especialmente de las proteínas.
Cualquiera de estas dos plantas, tomadas varias veces al día, especialmente una hora después de las comidas, ayuda a mejorar la digestión
Las plantas deberían abundar en tus comidas. De esta manera aportas a tu cuerpo las vitaminas, minerales, fibra y nutrientes que son necesarios para un correcto funcionamiento del cuerpo.
¿Quieres saber más estrategias sobre cómo mejorar tu salud?
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